Tocar la dolorosa heridas que ha dejado la guerra en Guatemala, es una labor difícil que tres documentalistas han logrado a la perfección, y se reunieron en la edición 36 del Festival de Cine en Guadalajara para ser parte de la charla “Memoria Histórica y Cine Guatemalteco”

Ana Bustamante, Izabel Acevedo y Cesar Díaz, todos ellos multipremiados cineastas hablaron de su experiencia.

Para iniciar, se dijo que el cine es como agente de historia y como vector de memoria que no es lineal, que hay contradicciones, tensiones, silencios, conflictos y disyunciones.

“La Asfixia”, dirigida por Ana Bustamante, retrata la búsqueda que lleva a cabo una hija para dar con el paradero de su padre, desparecido en la década de los 80.

“La Asfixia fue la reconstrucción de la memoria de muchas personas, para mí era muy importante utilizar la excusa de un lugar común de la búsqueda de una niña a un padre, para contar esa parte de nuestra historia”, dijo Ana Bustamante.

“Había similitudes y eso hacía que esa memoria tuviera peso y fuera real, que no fuera una fantasía y así esa memoria, aunque tiene quiebres, se iba sustentando”.

Ana Bustamante confesó, al hablar de otro de sus proyectos, cuánto le apasiona trabajar la memoria y generar esas figuras, a través de los que han quedado vivos.

Izabel Acevedo, directora de “El buen cristiano” indagó el otro ángulo de esa guerra, también en la búsqueda de la reconstrucción de la memoria, y es que para ella, el cine es la herramienta para responderse preguntas, más que para contar una historia.

Como estudiante de cine en México fue testigo del momento histórico en el que, en su natal Guatemala, deciden enjuiciar a uno de los responsables de la guerra.

“¿Quién tomó las decisiones?”, fue lo que Izabel Acevedo se preguntó para encontrar la lógica detrás de ese trozo de la historia.

En la charla, Izabel Acevedo y Ana Bustamante coinciden en que sus respectivas producciones forman una coyuntura para la historia de Guatemala al aseverar que sus películas dialogan, que tienen verdad.

Entender el dolor fue la premisa que llevó a César Díaz a rodar su opera prima “Nuestras madres”.

“Sobre todo porque creo que la memoria no es algo abstracto y que está en el pasado, la memoria es algo súper completo y que está en el presente”, dijo César Díaz, además de la importancia de demostrar científicamente que eso sí sucedió.

Agradecieron que, a través del cine, puedan contar todas las historias que se han tenido que silenciar.