Plasmar en un libro la gran trayectoria de una diva del cine mexicano y además, dejar en claro la sencillez que la caracteriza, fue la tarea de Roberto Fiesco, quien plasmó sus encuentros con la actriz en su libro “Elsa Aguirre: La Mujer que yo Amé”.

El libro que narra la vida y obra de la ganadora al Mayahuel de Plata en la edición 36 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, estuvo a cargo de Roberto Fiesco, cineasta e investigador, y del diseñador gráfico e ilustrador, Alejandro Magallanes. 

El texto buscaba empatizar y brindar la esencia de cada etapa de la diva, mostrando espléndidos retratos, pósters de sus películas y detalles especiales de su trayectoria.

El libro cuenta con 196 páginas y alrededor de 150 fotografías que se encontraron entre revistas, periódicos, películas e incluso del mismo álbum de fotos de la actriz.

Para el contenido del libro se realizaron cuatro entrevistas en Cuernavaca, donde Roberto Fiesco se encontraba con Elsa Aguirre, y la plática fluía con naturalidad, pues ella siempre fue gentil.

“Sin duda, lo que más me sorprendió fue cómo ella en serio vivía a través de sus películas, su vida personal estaba de lado y ella quería conocer nuevos entornos, no actuar una película, sino vivir la historia”, recalcó Roberto Fiesco.

La actriz, desde los años 40 y hasta 1965, protagonizó películas, y después se retiró, aunque con apariciones esporádicas en televisión y teatro para aventurarse en encontrar su vida, sus propios amores y experiencias qué contar.

Elsa Aguirre, a sus 91 años, cuenta en su libro los capítulos más importantes de su vida, desde cómo fue empezar en la farándula, su tres matrimonios, y la difícil experiencia de la muerte de su único hijo, Hugo, quién falleció a los 30 años en un accidente automovilístico. 

“Era sorprendente ver qué tanto vivió Elsa, su historia es de fortaleza y se necesita contar”, expresó Alejandro Magallanes.

Para concluir, ambos colaboradores detallaron la importancia de reflejar historias que nos hacen regresar los pies a la tierra, en el caso de Elsa Aguirre, pudieron encontrar lo que simboliza el querer encontrar su propia libertad y narrativa en ello.